Oh padres de otros tiempos, bisabuelos,
levantaos, como buenos allegados.
Si aquella soledad que los amantes sienten se acercó a vuestars vidas,
rogad para que el cielo nos proteja y ampare vuestra sangre.
La sierra echa una sombra
y delgado es el cuerpo de la luna.
¿cuál fue vuestro recuerdo bajo el maltrecho espino?
Temor siguió al deseo,
y el corazon sentimos desgarrado.
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