-¿De qué se ríe? -se asombró el médico.
-¡Usted me compró a mí, como un hombre que debe ser colgado -dijo el delincuente carcajeándose-, pero yo lo timé a usted! ¡Yo voy a ser quemado! ¡Ja-já!
El cine y la literatura van de la mano en este viaje llamado vida. Se nutren, se acompañan, se retan y estimulan son arte, forma de resistir a una contemporaneidad compulsiva y vacía.
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